Te puedes ir de compras y volver a casa de vacío. Pero también te puedes ir al IKEA y volver en un autobús cargando un sofá que pesa cuatro veces más que tú. Bueno, a decir verdad ese sofá no es del IKEA, se ve más de la típica tienda de muebles que todavía vende sofás de color negro decorados con flores lilas.