A esta chica no le faltan manos para tocar el ukelele, más que nada porque su gato le ayuda utilizando sus patitas para golpear las cuerdas como le da la gana.
A esta chica no le faltan manos para tocar el ukelele, más que nada porque su gato le ayuda utilizando sus patitas para golpear las cuerdas como le da la gana.