No es raro ver canguros en los supermercados australianos. Por suerte van con la boca bien cerrada y con los pies atados, para que no salten más de la cuenta ya la líen con los potes de tomate colocados con mucha delicadeza en forma piramidal.
No es raro ver canguros en los supermercados australianos. Por suerte van con la boca bien cerrada y con los pies atados, para que no salten más de la cuenta ya la líen con los potes de tomate colocados con mucha delicadeza en forma piramidal.