Algunos aun se ponen a leer cuando están sentados sobre la taza del retrete. Los más modernos ya nos llevamos el portátil mientras hacemos nuestras necesidades. Por cierto, este post ha sido publicado mientras estaba plantando un «pino» en el váter.
1 comentarios
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Es una verdad como un templo. Mis mejores inspiraciones las tengo con el portátil encima de las piernas mientras giño.