Los hombres y las mujeres del tiempo no dejan de sorprendernos. El último caso friki nos llega desde Canadá, donde a un tipo llamado Mike Sobel le costó una barbaridad hacer su trabajo junto a un perro de considerables dimensiones. Descubre por qué.
Los hombres y las mujeres del tiempo no dejan de sorprendernos. El último caso friki nos llega desde Canadá, donde a un tipo llamado Mike Sobel le costó una barbaridad hacer su trabajo junto a un perro de considerables dimensiones. Descubre por qué.