Es lo que pasa si eres uno de esos entrenadores que siempre ve los partidos con los brazos cruzados. Cuando ves la pelota ya es demasiado tarde para reaccionar…
Es lo que pasa si eres uno de esos entrenadores que siempre ve los partidos con los brazos cruzados. Cuando ves la pelota ya es demasiado tarde para reaccionar…