Lo de los pelos en el pecho es algo curioso. Primero no tenemos, luego nos aparecen y nos hace gracia, más tarde presumimos de ser unos machos y por último nuestra novia nos obliga a quitárnoslos.
Lo de los pelos en el pecho es algo curioso. Primero no tenemos, luego nos aparecen y nos hace gracia, más tarde presumimos de ser unos machos y por último nuestra novia nos obliga a quitárnoslos.