No me refiero a las mujeres que viven en Nápoles. Me refiero a la famosa pasta que a todo el mundo le apetece devorar a la hora del desayuno. Sabedoras de su destino, normal que estén tristes.
No me refiero a las mujeres que viven en Nápoles. Me refiero a la famosa pasta que a todo el mundo le apetece devorar a la hora del desayuno. Sabedoras de su destino, normal que estén tristes.