Queda claro que los gladiadores de hoy en día no tienen nada que ver con los que aparecían en la película «Gladiator». Van bien afeitaditos, se echan cremita y llevan un tupé perfectamente engominado.
Queda claro que los gladiadores de hoy en día no tienen nada que ver con los que aparecían en la película «Gladiator». Van bien afeitaditos, se echan cremita y llevan un tupé perfectamente engominado.