Llorando de dolor. Así terminó Staysha Randall, la voluntaria que decidió batir el récord del mundo de piercings en una sesión. Anteriormente la cifra estaba en 3100 y la chica elevó la cantidad a 3200 perforaciones en su cuerpo.
Llorando de dolor. Así terminó Staysha Randall, la voluntaria que decidió batir el récord del mundo de piercings en una sesión. Anteriormente la cifra estaba en 3100 y la chica elevó la cantidad a 3200 perforaciones en su cuerpo.