Imagínate tomando el sol en una playa de Miami. Estás súper relajado, disfrutas del buen tiempo y no hay nada que pueda perturbarte. ¿O sí? ¡Hay una serpiente moviéndose por la arena! Qué capullos, no es más que una broma de mal gusto.
Imagínate tomando el sol en una playa de Miami. Estás súper relajado, disfrutas del buen tiempo y no hay nada que pueda perturbarte. ¿O sí? ¡Hay una serpiente moviéndose por la arena! Qué capullos, no es más que una broma de mal gusto.