Como es sabido, Internet ha revolucionado muchos aspectos de la sociedad y la cultura. Sin embargo, en el fondo, la red sigue siendo una herramienta de comunicación. Esto significa que, independientemente de sus múltiples usos, su objetivo principal sigue siendo conectarnos entre nosotros. Eso es evidente, también, en el producto más exitoso de internet.
No obstante, si Internet y los medios sociales nos han permitido comunicarnos con más gente que nunca, también se deduce que han moldeado la forma en que nos comunicamos. Es decir, que todas estas nuevas líneas de comunicación conducen inevitablemente a cambios en nuestro estilo de comunicación, incluido el humor.
En términos más sencillos, queremos decir que Internet ha cambiado nuestra forma de contar chistes. ¿Y de qué manera? Bien, tengamos en cuenta que antes de la llegada de la red mundial en los años 90, probablemente no habrías contado muchos chistes por escrito. Pero hoy en día, es probable que hagas bromas a tus amigos por WhatsApp, publiques pensamientos divertidos en Twitter o Facebook, hagas bailes tontos en TikTok, etc.
El tipo de humor ha cambiado
Actualmente, hacer todas estas cosas puede parecer normal, pero vale la pena recordar que nos llevó un tiempo llegar a ello. En los años 90, tardamos en acostumbrarnos a utilizar los teléfonos móviles para enviar mensajes SMS y correos electrónicos. Sin embargo, incluso eso parece anticuado hoy en día. Quien sea lo suficientemente mayor, recordará aquellos graciosos correos electrónicos en cadena, que a menudo tardaban siglos en descargarse.
No obstante, hoy en día, casi todos los aspectos de la comunicación han cambiado en línea. Esta es una época en la que puedes interactuar con otros jugadores y con un crupier cuando juegas a la ruleta live en un casino online o chatear con un streamer que transmite en directo en YouTube, por lo que ha transformado nuestra forma de comunicarnos. Gran parte de nuestro humor hoy en día debe ser perfeccionado para que sea presentable en forma de texto, ya sea publicando en las redes sociales o participando en un chat en directo en una plataforma de juego.
Sin embargo, hacer humor a través de un texto puede resultar confuso. Sabemos que el tono puede malinterpretarse cuando leemos una frase en lugar de escucharla, y este hecho ha provocado muchas discusiones en las redes sociales. Además, como ya hemos dicho, las herramientas de comunicación han evolucionado. Los emojis, por ejemplo, pueden parecer infantiles y estúpidos, pero añaden mucho contexto a un mensaje o publicación, ayudando a la gente a entender tu intención.
Las chistes son más visuales
Asimismo, se argumenta que nuestro humor tiene que ser más visual. Los memes son ahora la moneda de cambio de Internet, ya que son chistes visuales que la mayoría de la gente puede entender con un vistazo. La popularidad de los memes no es un accidente: encajan perfectamente en nuestra cultura de desplazamiento rápido de los adictos a las redes sociales.
Quizá la cuestión sea si se pierde algo en esta nueva forma de transmitir el humor. Se ha demostrado que los jóvenes pueden carecer de confianza cuando se comunican en persona y, sin embargo, muestran una notable seguridad cuando hablan con alguien en línea. Sin embargo, no se trata sólo de los jóvenes: algunos de nosotros podemos ser divertidísimos en Twitter ante una audiencia de millones de personas, pero ser tímidos cuando estamos en una habitación con un puñado de personas.
Aun así, esta es la forma en que se ha configurado el mundo. Estamos en una época en la que Internet ha dado forma a la entrega de nuestro humor, y debemos aprovecharlo al máximo.