Cuando nieva, pocos son los que pueden resistir la tentación de iniciar una guerra de bolas de nieve. Seguro que más de uno de vosotros se habrá comido alguna.
Cuando nieva, pocos son los que pueden resistir la tentación de iniciar una guerra de bolas de nieve. Seguro que más de uno de vosotros se habrá comido alguna.