Existen los sofás, los sofás-cama y después están los sofás-gato.
Las apuestas son para ganarlas
Si alguna vez te apuestas algo, tienes que hacerlo porque estás convencido de que vas a ganar. Eso implica hacer lo que sea necesario, incluso cargarse la luneta trasera de un coche para meter un enorme sofá dentro.
Volviendo a casa después de una tarde de compras
Te puedes ir de compras y volver a casa de vacío. Pero también te puedes ir al IKEA y volver en un autobús cargando un sofá que pesa cuatro veces más que tú. Bueno, a decir verdad ese sofá no es del IKEA, se ve más de la típica tienda de muebles que todavía vende sofás de color negro decorados con flores lilas.
Sofá hecho con peluches
Es el sofá que muchos querrían tener en casa. Está lleno de peluches que no se quejan si te tiras un peo en su cara.
Osazo de peluche
Normalmente la gente compra ositos de peluche, pero lo de este hombre es más bien un osazo de peluche. Por eso lo utiliza como respaldo de sofá.
Transportar un sofá en el maletero
No sé qué es peor, si transportar un sofá en lo alto del coche y meterlo en el maletero de cualquier manera.
El sofá más grande del mundo
Con este sofá no hay excusas de espacio. Puedes espachurrarte todo lo que te dé la gana y más.
El sofá de casa en la nieve
Si el sofá de tu casa está para tirar a la basura, todavía no lo hagas. Antes puedes llevártelo a la nieve y destrozarlo mientras te diviertes y te pegas unos revolcones.
Sofá que rellena cervezas
Ya está aquí el sofá que todos los hombres queremos. Gracias a él no es necesario levantarse para ir a la cocina a por una cerveza, ya que es capaz de servirlas con la ayuda de un sistema que está instalado en uno de sus brazos.
¿Arreglar una lámpara de techo sin escalera? Es posible
Este es otro de los que se agarran a aquella frase que dice: «Impossible is nothing». ¿Que no hay escalera para arreglar una lámpara que se ha fundido? Pues te inventas una de emergencia y ya está.