Este semáforo tiene tres caras, su estado de ánimo varía en función de si marca el color rojo, el ámbar o el verde.
Stripper de carretera
Con la crisis, las strippers se tienen que buscar la vida por donde pueden. Han cerrado muchos locales y ya no tienen barras sobre las cuales quitarse la ropa. Algunas lo tienen claro, subidas a un semáforo pueden triunfar. Son los nuevos espectáculos que sustituyen a los clásicos de repartir cleenex o periódicos.
Semáforo provocativo
Nunca había visto un semáforo para peatones tan maleducado y provocativo. Queda claro cuándo se puede pasar y cuándo no.
Semáforo de arena
La verdad es que no están nada mal estos semáforos «de arena» que te permiten saber si te queda mucho por esperar o si tienes que darte prisa porque se va a poner en rojo. ¿Llegarán a instalarse en las ciudades?
Semáforo que nunca se pone verde
Si estás parado en este semáforo, más vale que te lo saltes o que eches marcha atrás. Nunca se pone verde.
Semáforo contra la pared
No todos los semáforos sirven para organizar el tráfico de las calles, algunos los ponen contra la pared y no sirven de mucho.
Semáforo en rojo
No todos los semáforos son iguales, muchas ciudades buscan ser las más originales con señalizaciones como la que podéis ver a continuación.
Vida llena de confusiones
En esta vida muchas veces te intentan confundir. A continuación podéis ver dos ejemplos bastante claros.
Semáforo que confunde
Este semáforo no deja muy claro quién tiene que pasar. Colores verdes y rojos por todas partes, bicicletas… ¡Lo más normal es que haya un accidente!
Semáforo expresivo
En algunos países los semáforos son más que unos simples colores. Parecen tener vida propia y expresan su satisfacción o tristeza en función del color.