Me ha hecho mucha gracia ver que en algunos supermercados consideran que las pelotas de ping-pong son esenciales para el colegio. Tengo que reconocer que yo en la universidad no paraba de jugar a este bello deporte dominado por los chinos.
Dos chicas sobre mesa de ping-pong
A estas dos chicas no se les ocurre otra cosa que subirse encima de la mesa de ping-pong, la cual no es muy estable que digamos.
Ping-pong, ya no es lo que era
Antes todo el mundo se mataba por jugar a ping-pong en una mesa reglamentaria. Ahora las cosas han cambiado y los videojuegos han cambiado los hábitos de las personas. Será porque hay que moverse menos…
Entrenador de ping-pong automático
¿Cansado de no poder jugar a ping-pong porque nadie quiere coger una pala para ponerse al otro lado de la mesa? No te preocupes, ahora podrás jugar de lo lindo gracias al entrenador de ping-pong automático con capacidad para 110 bolas. Cuesta 149,95 dólares, no pone excusas para no jugar y podrás encontrarlo en www.hammacher.com.
Pelotazo de ping pong en la cara
Jugar al ping pong puede ser peligroso si te pegan un pelotazo en toda la cara.
Los peligros del ping pong
Algunos se flipan jugando al ping pong, tanto que terminan cargándose hasta la propia mesa, lo que puede ser muy peligroso.
Jugar a ping-pong con una pelota de fútbol
Jugar a ping-pong es muy divertido, pero todavía puede serlo más si se intenta con una pelota de fútbol. En ese caso un pelotazo sí que duele.
Pala de ping-pong enorme
Con una pala de ping-pong como esa es normal que se ganen muchos partidos. Es lo que tiene ser el jefe de la empresa…
Romper una mesa de ping-pong
Hacerse el listo con los colegas puede ser muy divertido, pero en ocasiones también doloroso. Este pobre muchacho decidió imitar a uno de sus amigos pero la cosa salió francamente mal. La mesa de ping-pong, que estaba muy helada, se cernió contra él haciéndole quedar bastante mal.
Celebrar un punto por todo lo alto
Ganar un punto nunca había sido tan celebrado en el mundo del ping pong. Claro que cuando vas perdiendo 10-0 y consigues por fin tu primer punto… normal que te vuelvas loco de alegría por evitar el rosco. ¿Pero tanto?