No es necesario encargar un estudio científico para darse cuenta de que a los niños les encantan los perros. La hora del paseo es la más divertida de todas.
Niño de dos años robando la almohada a su hermana
Hay que ver estos niños… Son capaces de todo para lograr lo que quieren. Un buen ejemplo de ello es el niño de dos años que protagoniza el siguiente vídeo.
Ni corto ni perezoso se fue a la habitación de su hermana para robarle su almohada favorita. Para ello tuvo que emplear un cortauñas para abrir la puerta de su habitación, ya que estaba cerrada con llave.
No me quiero ni imaginar lo que este delincuente en potencia hará cuando tenga 15 años…
El niño que robó un vaso sin querer
Menudo berrinche pilló el niño que veréis en el siguiente vídeo. Robó sin querer un vaso en un restaurante y su madre le dijo que le arrestarían. Un poco más y le da algo…
Niños pobres que salen por la tele
Los niños de los países pobres también tiene derecho a salir por la tele, pero todo no es tan bonito como parece. A pesar de no tener casa ni educación, siempre salen con una sonrisa. Tenemos mucho que aprender de ellos.
Cuando las palomitas se acaban…
Da mucha rabia que las palomitas se acaben. Vician tanto que te las estarías comiendo durante toda la tarde.
El hijo preferido
No siempre pasa, pero en algunas familias existe el típico hijo preferido que goza de una serie de privilegios que no se les concede a los demás.
Todos los niños quieren ser como Messi
Algunos diréis que Cristiano Ronaldo es el mejor jugador de fútbol del mundo, pero creo que todos los niños quieren ser como Messi.
El heavy nace, no se hace
Lukas Payne, un niño de 3 años que cada mañana va al colegio en coche, ha demostrado que un heavy nace, no se hace. A su pronta edad es capaz de imitar a Jonathan Davis, el vocalista de la banda de metal alternativo Korn.
Niño que se convierte en una estrella bailando en pleno concierto
En un concierto no puedes hacer otra cosa que bailar, sobre todo cuando escuchas un tema tan movido como el «Sexy and I Know It» de los LMFAO.
Eso es precisamente lo que hizo el niño que protagoniza el siguiente vídeo, que sin quererlo se convirtió en la gran estrella de la noche. Se ganó a pulso la ovación del público, que acabó rendido a sus pies.
Niño surfeando
A este niño no le importa surfear con el biberón en la mano. Se mantiene entre las olas con una facilidad pasmosa.