Hay gente con mala suerte, como por ejemplo este chaval. Le ha tocado el suegro que no quería.
Todo por una buena formación
En Estados Unidos algunos padres hacen lo que sea para que sus hijas reciban una buena formación. Por esos lares hay quienes piensan a manejar armas es casi tan importante como leer. Luego pasa lo que pasa.
La guerra no solo es cosa de hombres
Aunque siempre se ha dicho que la guerra es cosa de hombres, viendo esta imagen no lo tengo tan claro. Las deserciones serían cosa del pasado si los aspirantes a soldado lo supieran.
Motero que da miedo de verdad
Este no es el típico motero del infierno que se piensa que da miedo porque va con una Harley y tiene una barba que le llega a la altura de los pezones. Es un motero que acojona porque lleva un arma como si fuera la mochila del cole de su hija.
Otro que está preparado para una invasión zombie
Ayer vimos a una chica armada para luchar contra los zombies. Hoy el protagonista es un «colgao» que está mucho más preparado. Tiene todo el armamento necesario para cargarse a una horda.
Preparada para una invasión zombie
Con tantas series y películas de zombies, es normal que esta chica haya decidido comprarse un arma de tal calibre. Me sorprende todavía menos siendo estadounidense.
El primer día que saludas a tu suegro
Es un día complicado, hay que reconocerlo. Saludar a tu suegro por primera vez no es fácil, sobre todo si lleva una pistola en la mano.
Un domingo cualquiera en Estados Unidos
Así podría ser un domingo cualquiera en Estados Unidos, con la hija peinándose y con el padre limpiando su escopeta. El sueño americano vamos.
Un día cualquiera en Estados Unidos…
En Estados Unidos se les va la olla con las armas y luego pasa lo que pasa. Allí es lo más normal del mundo ir con una pistola siempre encima. Otros, como el figura que aparece en la siguiente imagen, prefiere sostener algo más aparatoso mientras se come un heladito de chocolate y vainilla.
Mientras tanto, en Estados Unidos…
Espero que Barack Obama se ponga muy serio con el tema de las armas. Los americanos deben saber que no son juguetes para los niños y es necesario establecer una serie de normas para que no estén al alcance de cualquiera.