El hombre más pequeño del mundo no pierde el tiempo. Observa piernas que hacen como dos de él y sueña con poder tocarlas algún día. Bueno, más bien tendría que decir con poder abrazarlas.
El hombre más pequeño del mundo no pierde el tiempo. Observa piernas que hacen como dos de él y sueña con poder tocarlas algún día. Bueno, más bien tendría que decir con poder abrazarlas.