No es fácil ser jugador de béisbol. Aunque muchos estaban satisfechos porque los aficionados nunca llegaban a perseguirlos para que les firmaran autógrafos, desde que alguien se inventó lo del cordelito sus vidas han cambiado por completo.
No es fácil ser jugador de béisbol. Aunque muchos estaban satisfechos porque los aficionados nunca llegaban a perseguirlos para que les firmaran autógrafos, desde que alguien se inventó lo del cordelito sus vidas han cambiado por completo.