Nunca había visto algo así. El protagonista del aparcamiento más apretado de la historia abrió el maletero para poder aparcar mejor. Pese a ello, destrozó los dos coches entre los que se coló, pero no pareció importarle demasiado.
Nunca había visto algo así. El protagonista del aparcamiento más apretado de la historia abrió el maletero para poder aparcar mejor. Pese a ello, destrozó los dos coches entre los que se coló, pero no pareció importarle demasiado.