La crisis ha hecho que muchos hayan tenido que dejar las preciosas playas de arena blanca por unos preciosos charcos de asfalto de carretera. El relax está asegurado, eso sí.
La crisis ha hecho que muchos hayan tenido que dejar las preciosas playas de arena blanca por unos preciosos charcos de asfalto de carretera. El relax está asegurado, eso sí.