Steve Jenkins y Derek Walter adoptaron un cerdito pensando que jamás dejaría de ser eso, un cerdito. Dos años después el animalito pesaba más de 300 kilos y ocupaba todo el sofá…
Lejos de deshacerse de Esther, que es como se llama el cerdo, han decidido convivir con él y ahora van a crear un refugio para animales donde podrá vivir mucho mejor.