Este cubo de Rubik no tiene nada que ver con los que habías visto hasta ahora. Es para cerebritos, más que nada porque está inspirado en un cerebro humano. Jason Freeny ha sido el encargado de diseñarlo para echar un cable a más de un estudiante de medicina. De momento no es más que un prototipo, pero no me extrañaría que terminara vendiéndose en una de esas tiendas online especializadas en cosas frikis.