Cuando se tienen hijos, hay menos tiempo para otras cosas. La pobre niña tiene que dormir en la misma cama en la que sus papás se demuestran su amor con posturas de lo más explícitas. Seguro que se despierta con alguna embestida…
Cuando se tienen hijos, hay menos tiempo para otras cosas. La pobre niña tiene que dormir en la misma cama en la que sus papás se demuestran su amor con posturas de lo más explícitas. Seguro que se despierta con alguna embestida…