Hay que ser bastante almendrón para confundir la limpieza interior con la exterior. El coche debió acabar hecho una porquería gracias a la genial idea que tuvo el protagonista de la siguiente imagen.
Hay que ser bastante almendrón para confundir la limpieza interior con la exterior. El coche debió acabar hecho una porquería gracias a la genial idea que tuvo el protagonista de la siguiente imagen.