La comida puede ser divertida si te lo propones. Por ejemplo, puedes convertir una mandarina en un bonito caracol. No hace falta que te diga cómo se hace porque es bastante evidente.
La comida puede ser divertida si te lo propones. Por ejemplo, puedes convertir una mandarina en un bonito caracol. No hace falta que te diga cómo se hace porque es bastante evidente.