Si quieres cargarte un ordenador portátil puedes hacer dos cosas: tirarlo por la ventana desde un quinto piso o llevártelo a la playa para protagonizar una sesión fotográfica patética muy tórrida.
Si quieres cargarte un ordenador portátil puedes hacer dos cosas: tirarlo por la ventana desde un quinto piso o llevártelo a la playa para protagonizar una sesión fotográfica patética muy tórrida.