Comerle el culo (y casi me atrevería a decir los huevos) a un camillero no debe ser nada agradable… Ocurrió en un partido de fútbol disputado en Brasil.
Comerle el culo (y casi me atrevería a decir los huevos) a un camillero no debe ser nada agradable… Ocurrió en un partido de fútbol disputado en Brasil.