Imaginaos que vais por la calle y os paran para que ayudéis a una mujer embarazada que está a punto de dar a luz. Aceptáis como buenos samaritanos y de repente os lleváis un buen susto…
Imaginaos que vais por la calle y os paran para que ayudéis a una mujer embarazada que está a punto de dar a luz. Aceptáis como buenos samaritanos y de repente os lleváis un buen susto…