Un autobús sin batería es muy difícil de mover, sobre todo si es de los largos. Sin embargo, siempre hay cuatro ilusos dispuestos a empujar desde atrás con la esperanza de que el billete les saldrá gratis.
Un autobús sin batería es muy difícil de mover, sobre todo si es de los largos. Sin embargo, siempre hay cuatro ilusos dispuestos a empujar desde atrás con la esperanza de que el billete les saldrá gratis.