¡Revolución hormonal en la escuela! Los niños que aún no tienen ni barba ya se les levanta la «cosita» y quieren ir a «golfear» por ahí. Los críos ya desean hacer el amor con la primera que pillan. ¿Es el fin de la inocencia?
Va un chaval a comprarse pipas y encuentra una revista porno en el mostrador.
Es como ver las cerdas coreografías de los clips en la lista de los éxitos pop.
Ve que su mejor amiga ya empieza a usar sostén y a ponerse a dieta.
Y el listo del patio vacila con trucos, con morbo les cuenta cosas de adultos.
Pero en clase existen pegas, y es que a las nenas, les gustan mayores y musculaos.
Es duro el peso de comenzar la ESO y las hormonas aún no se han despertao.Que tienen ganas de probarlo ya.
Pero la cosita no funciona hasta la pubertad.Los críos quieren hacer el amor.
Pero es que aún no han pegado el estirón.
Quieren ponerse un condón.
Sin haber tenido una erección.
Y toman natillas, colacao, vitaminas, a ver si crece barba y su cosita se alarga porque.
Quieren hacer el amor.
Antes de que se les pase el arroz.No puede ver series sencillas, sin que salga una tía provocando al chaval.
Parece que todo el mundo conspira, todos le meten prisa y crean necesidad.
Se mira en el baño con pestillo y en el espejo ve lo que es: solo un niño.
No se parece a los culturistas que vio en la playa sobando a tres chicas.Y es que tienen ganas de probarlo ya.
Pero la cosita no funciona hasta la pubertad.Los críos quieren hacer el amor.
Pero aún no han pegado el estirón.
Quieren hacerse el mayor.
Competir por ser el más precoz.
Y pasan de hacer caso a la mama y al Papa, pues son demasiados los que empujan a favor de la acción.
Quieren hacer el amor.
Antes de que se les pase el arroz.No es que tengan necesidad.
Es sólo curiosidad.
Estímulos sin parar.
diciendo que es lo normal.
que es una diversión más.
No les importa a qué edad (qué edad).
Estímulos sin parar.
diciendo que es lo normal.
que hay que darles prisa a los críos.
Quieren hacer el amor.
Pero aún no han pegado el estirón.
Quieren probar la pasión.
Y les toca fingir que les gustó.
Que son los machotes del barrio.
No se ven normales hasta que no lo hacen.
No quieren ser el raro, ni el típico pringado porque.
Quieren hacer el amor.
Antes de que se les pase el arroz.