Los publicistas ya no saben que hacer para llamar la atención en las marquesina de publicidad que colocan en las calles. Lo último consiste en colocarlas justo en medio de los carriles bici. Seguramente no se habrán dado cuenta que el efecto que hacen es de rechazo, en vez de promocionar el producto o marca que anuncian. Los ciclistas se deben cagar en todo cuando se la pegan de frente contra la publicidad.