Ocurrió en un partido de baloncesto en Australia y prefiero pensar que no tiene nada que ver con un acto racista. Lo que está claro es que al aficionado se le fue mucho la olla.
Ocurrió en un partido de baloncesto en Australia y prefiero pensar que no tiene nada que ver con un acto racista. Lo que está claro es que al aficionado se le fue mucho la olla.