Lo más normal es que una ardilla se vaya por patas nada más ver que te quieres acercar a ella. Sin embargo, una estudiante estadounidense llamada Mary Krupa corre mejor suerte cada vez que se acerca a las ardillas del campus en el que estudia. Se dejan acariciar y hasta permiten que las disfrace tal y como podrás comprobar a continuación.
Más info: Facebook