Pobrecillos… El delantero se lleva la gloria cuando marca un gol que cualquiera podría meter (véase Chicharito en la Champions contra el Atlético) y el portero siempre se lleva palos. Sobre todo cuando la caga mucho.
Pobrecillos… El delantero se lleva la gloria cuando marca un gol que cualquiera podría meter (véase Chicharito en la Champions contra el Atlético) y el portero siempre se lleva palos. Sobre todo cuando la caga mucho.