Las videollamadas de trabajo por Skype no tienen por qué ser siempre aburridas. Puedes inventarte que estás sufriendo un terremoto para echarte unas risas con tus compañeros.
Las videollamadas de trabajo por Skype no tienen por qué ser siempre aburridas. Puedes inventarte que estás sufriendo un terremoto para echarte unas risas con tus compañeros.