¿Quién no ha dormido alguna vez en el aeropuerto? Las horas de vuelo acumuladas, los retrasos, la juerga del día anterior… Hay muchos motivos para echarse una cabezadita. Lo sabemos porque hay muchos precedentes.
¿Quién no ha dormido alguna vez en el aeropuerto? Las horas de vuelo acumuladas, los retrasos, la juerga del día anterior… Hay muchos motivos para echarse una cabezadita. Lo sabemos porque hay muchos precedentes.