A este gato le han tocado las narices más de la cuenta. Le han dejado un plato con comida justo delante, pero para llegar hasta él tenía que moverse por una cinta de correr. Y claro, si te paras para degustar la comida, ya sabes lo que pasa…
A este gato le han tocado las narices más de la cuenta. Le han dejado un plato con comida justo delante, pero para llegar hasta él tenía que moverse por una cinta de correr. Y claro, si te paras para degustar la comida, ya sabes lo que pasa…