Jonathan Icher es un fotógrafo francés que ha decidido llevar a cabo una sesión de fotos un tanto atípica. Con la ayuda de la maquilladora profesional Anastasia Parquet, quien se ha encargado del body painting, ha fotografiado a cinco modelos con la cara y el cuerpo pintados mientras comían comida típica de sus respectivos países.
El estadounidense se zampa una hamburguesa, la italiana unos espaguetis, el francés (sí, diría que es un hombre) un croissant, la británica un huevo frito y la japonesa sushi. Si hubiera un español, ¿qué se comería? ¡Espero vuestros comentarios!