Creo que no se me ocurriría jamás. Disfrazar a tu hijo de trampa para ratones es muy extraño, aunque no se puede negar que es original. Lo malo es que debes tirar de él para que no se canse a los 10 minutos.
Creo que no se me ocurriría jamás. Disfrazar a tu hijo de trampa para ratones es muy extraño, aunque no se puede negar que es original. Lo malo es que debes tirar de él para que no se canse a los 10 minutos.