Los propietarios de muchos bares se quejan de que los clientes utilizan más servilletas de las que son necesarias. Lo que no saben es que las ardillas también se llevan unas cuantas cuando creen que nadie les está viendo.
Los propietarios de muchos bares se quejan de que los clientes utilizan más servilletas de las que son necesarias. Lo que no saben es que las ardillas también se llevan unas cuantas cuando creen que nadie les está viendo.