Ir a ver un combate de sumo es más peligroso que ir a ver un partido de fútbol, sobre todo si te toca sentarte en primera fila. Si se cae encima tuyo uno de los dos luchadores estás muerto.
Ir a ver un combate de sumo es más peligroso que ir a ver un partido de fútbol, sobre todo si te toca sentarte en primera fila. Si se cae encima tuyo uno de los dos luchadores estás muerto.