Quien mal empieza, mal acaba. Este niño está demasiado viciado a los videojuegos. No puede dejar de jugar, así que se toma él mismo el biberón mientras sigue moviendo el ratón con la otra mano.
Quien mal empieza, mal acaba. Este niño está demasiado viciado a los videojuegos. No puede dejar de jugar, así que se toma él mismo el biberón mientras sigue moviendo el ratón con la otra mano.