La de morder las pelotas de tu rival puede ser una muy buena estrategia para derrotarle. No hay parte de la anatomía masculina en la que duela más un mordisco, por ahí se pierde toda la fuerza en cuestión de segundos.
La de morder las pelotas de tu rival puede ser una muy buena estrategia para derrotarle. No hay parte de la anatomía masculina en la que duela más un mordisco, por ahí se pierde toda la fuerza en cuestión de segundos.