En Japón son más listos que el hambre. Por eso, cuando tienen hambre y les apetece un perrito caliente, se lo comen rápido, sin perder tiempo a la hora de echarse el ketchup y la mostaza.
En Japón son más listos que el hambre. Por eso, cuando tienen hambre y les apetece un perrito caliente, se lo comen rápido, sin perder tiempo a la hora de echarse el ketchup y la mostaza.