No nos extraña que en algunos países terminen a palos en el tren. Coger uno puede ser un auténtico calvario, nadie se mueve y la puerta no se puede cerrar de ninguna manera.
No nos extraña que en algunos países terminen a palos en el tren. Coger uno puede ser un auténtico calvario, nadie se mueve y la puerta no se puede cerrar de ninguna manera.